lunes, 10 de noviembre de 2008

Parodia a Gotán

Con el debido respeto a Juan Gelman

Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.

Esa mujer se parecía a la palabra siempre
debajo la nuca tenía un canto particular
como si se hubiera olvidado una especie de ojo
esa mujer era una piedra en el zapato izquierdo

Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.

Socorro socorro yo gritaba socorro
pero ella amaba invadir (casi todas las noches)
los últimos manotazos que di
se apagaron bajo la presión de sus manos

Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.

Mis huesos estallaron secos
furioso y triste, me caía a pedazos
ella era una inundación
sobre mis huesos solitarios

Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.

¿Cuándo se irá? me corre un frío por la espalda
yo creo que estoy muerto
me tendré que quedar tendido, hasta que sus manos
formen su nombre con mis labios, la última vez



Sigfrido Quiróz

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