viernes, 29 de noviembre de 2013

Debe haber


Vosotros sois dioses
Psalmos 82, verso 6



debe haber
estimo que habrá
seguramente existe
lo considero posible
es bastante probable
creo que hay

algún dios
algún Dios
(y no soy yo, eso es seguro)

Yo Soy quien Soy.

martes, 29 de octubre de 2013

Luna

















¿Quién soy?
¿Qué soy?
¿De dónde vengo?

¿Cómo no me encuentro nunca si hago
el mismo camino?

¿Por qué el brillo es de alguien más?
¿Por qué no tengo palabras?

Fui luz a los pies del griego
contemplé batallas que no están en libros
escuché rezos ocultos irrepetibles

El amor y el frío
el terror y la desmesura
la desnudez en la orilla de un mar que ya no existe
el grito y el silencio
miles de años como un dia
un segundo como toda la eternidad

y la tímida cara que mira al universo y nunca el mundo


Sigfrido

(Foto S.Quiróz Tognola)

viernes, 13 de septiembre de 2013

Sed


Había pisado
el cemento y la urbanidad
se había detenido en cada semáforo
pagado cada deuda
cumplido los mandatos

Lo saludaban los vecinos:
-¿Cómo le va? ¿la familia?-

no figuraba
en ningún prontuario

Tal vez por eso
el pavor
de morirse un dia
como si nada
sin beberse el mundo

Y ahora
una sed interminable
que ningún río derrota

Sig

martes, 13 de agosto de 2013

Irene Gruss - Pocas veces el ojo





Pocas veces el ojo
es honesto consigo mismo
Precisa la ficción
como el aire la boca.
El sueño ve
cosas que el ojo
ni imagina.
La honestidad no se reduce
a abrir
o cerrar
los ojos.
Parpadear debería ser constante.

(De En el brillo de uno en el vidrio de uno)

(Irene Gruss, Buenos Aires, 1950) Irene tiene una biografía; una mejor que la de la mayoría.  Pero no me importa mucho eso.  Me importa que te recibe en su casa con sus gatos y su café y te sentás contra la ventana mientras hojea poesía y sentís que el mundo debe tener algún sentido.  Con su voz buenosaireana te cuenta tus poemas, pero en realidad te está leyendo el alma y te vas y salís al ruido y al subte y a la gente, pero te quedaste detenido en el tiempo de ese lugar.
Esa es la biografía que me importa.

domingo, 4 de agosto de 2013

Edgar Lee Masters - Antología de Spoon River

James Garber 

¿Te acuerdas, caminante, del camino
que yo recorría a través del solar donde hoy está el teatro
con pies apresurados para ir a mi trabajo durante tantos años?
No olvides lo que significa:
quizás tú también camines, cuando las colinas del Embarcadero de Miller
no parezcan ya lejos;
y mucho más tarde, cuando las veas ya cerca,
tras cinco kilómetros de prados;
y cuando el amor de una mujer guarde silencio
y ya no te diga: "Yo te salvaré"
Y cuando las caras de amigos y parientes
se vuelvan como borrosas fotografías, lastimosamente silenciosas,
tristes, como si dijeran: "No podemos ayudarte"
Y cuando ya no le reproches a la humanidad
el haberse conjurado contra las manos alzadas de tu alma,
pues también los demás están obligados, a medianoche y a mediodía,
a mirar con ojos determinados por su propio destino;
cuando hayas llegado a comprender todo esto, piensa en mí
y en mi camino, que conducía aquí, y piensa
que ni un hombre, ni una mujer, ni una labor,
ni el deber, ni el oro, ni el poder
pueden calmar el anhelo del alma,
la soledad del alma


Edgar Lee Masters  (Garnett, Kansas, 1868 - Elkins Park, Pensilvania, 1950) - Antología de Spoon River, Edición de Jesús López Pacheco.

"Al igual que otros grandes libros de poesía, Antología de Spoon River se puede leer -también- como una novela; una novela de casi doscientos cincuenta personajes, todos -gracias a la poesía- principales, y con una trama donde hasta lo más trivial - a veces, sobre todo lo más trivial- suele resultar profundamente significativo y hasta apasionante."  JLP

sábado, 13 de julio de 2013

César Vallejo - España, aparta de mí este cáliz - Poema XII



Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "¡No mueras; te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.


Se le acercaron dos y repitiéronle:
"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.


Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: "¡Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.


Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común "¡Quédate, hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.


Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre: echóse a andar...


César Vallejo
10 de Noviembre de 1937

lunes, 1 de abril de 2013

Otoño


hay quien reposa duerme
muere un poco 
cuando las hojas caen

hay quien mira el cielo
como quien mira el pasado
y sus regresos

pero vos ves esa hoja y otra y otra
como saetas de un dios desconocido
atravesando tu soledad

olvidás ayer y mañana
pensás el ocre el amarillo
te arropás de lluvia viento alegría

y es otra vez lo extraño del reposo 
antes de la resurrección
limpiarse el alma, como si existiera,
empezar de nuevo desde una misma larva.


Sig.



martes, 19 de marzo de 2013

despedidas


Van en aumento las razones
que me provocan
una lágrima
como si una sensibilidad
amaneciera al atardecer
una comprensión de cómo es
el mundo y sus giros para volver
al mismo lugar
de lo que se muestra detrás de las hojas
de ese otro idioma entre las líneas
una facilidad para desanudar los gestos
y una cierta familiaridad con lo oscuro

tengo lágrima fácil, te decía
o tal vez sean
sencillas tímidas despedidas


Sigfrido Quiroz

sábado, 9 de febrero de 2013

Viceversa


Una foto puede robar el alma
aunque esta no exista

una palabra puede aniquilar
materia
aunque no exista la materia

la imagen
la palabra
solo aniquilan lo que no existe

por carácter recíproco
no pueden tocar

                la verdad

si existe
                no hay imagen
                no hay palabra
y viceversa


Sig

(Fotografia Sigfrido Quiróz)
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