martes, 27 de enero de 2009

Somos el viento


Leyendo el libro de Paul Auster "Pista de despegue", me encontré con unos poemas de Laura Riding, leyendo uno de su libro "The Why of de Wind", se me cruzaron estas palabras, antagonizándola...






Si
somos el viento
somos la piedra cayendo
al abismo

somos la hoja que se lleva
la brisa
sin destino

La pequeña vanidad
de alterar el devenir de las cosas

mantiene el delgado
hilo
que sostiene
nuestra soga


Ignoramos la ley suprema

inescrutable

del azar adyacente que
gobierna al éter
y al polvo

y al átomo sostiene


Gusanos fértiles

habitantes de un segundo
y de un grano de arena
Aferrados a sueños
extensos

como las playas del mundo


Somos sólo el viento

jueves, 22 de enero de 2009

¿Dónde?


Tan pálida en el lejano horizonte
hacía una débil esperanza de aurora
tu mirada fue la mañana.
Paul Verlaine


I

¿Dónde estará aquella mujer
que recuerde mis lunares,
y que debajo la ropa
lleve el deseo y la sangre?

¿Dónde estará alborotando
con su aroma los panales,
y trastornando mareas
con la luna de romance?

Caminaré la vereda
invisible de las gentes
oteando sobre cabezas
la suya, resplandeciente

II

¿Dónde, pregunto, adónde?
¿Dónde estará la mujer
que recuerde mis lunares?

Una epidermis de ganas
la nombró desesperada
cuando me levanté
Y mi espejo (pobre espejo)
reflejó su ausencia
y a mí
Aturdido
Trashumante
De ojos adormecidos

Yo sabré como atraerla
en un rito hebdomadario
de cantos y desencantos
domando este silencio
de sombras chinas
y cabestros resecados

y en la quijada un bozal
y en el bozal un caballo
y en el caballo este hombre
y un canto desesperado:

III

Una costubre ancestral
un grito desaforado

Un rezo de cuentas negras
en un mar deshabitado

¿Dónde estará la mujer
aquella que estoy buscando?

Esa que llora mi nombre
aunque no sabe nombrarlo

Esa que busco callado
aunque la vivo nombrando

Esa que tiene en el alma
la marca de mi ganado

Esa que lleva en el pecho
la llave que abre mi arcano

La que tiene manos tenues
y un andar acompasado

y que huele a madreselvas
cuando la estás cabalgando

IV

¿Dónde, repito adonde
estará aquella mujer?
que desde saliendo del vientre
la ando buscando


Sigfrido Quiróz, 2003


sábado, 10 de enero de 2009

Credo


Yo creo en la flor,
en las noches con estrellas
y en el susurro entre las sombras

Creo en las manos de mis hijos y en el rayo destructor
en tu cabello cinericio y en el dolor
silente que exudan las palabras

En la saeta que derrumba mi soberbia
y en el agua disolviendo la roca
En el grito de los pobres
y en el labio sangrante del que espera

En mi puño apretado
y el pecho latiendo contra el viento

Yo creo, eso estoy diciendo,
en la flor



Sigfrido Quiróz
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...