Han llorado
mi perro y su cadena.
Junto al ciruelo de hojas
y de frutas bermejas
ha llorado mi perro
porque lo acaricié con todas mis ausencias.
Luego me fui ladrando,
perro del perro mío. De mi perra.
(De "El vendedor de tierra", 1981)
Publicado en EVT, Año 1, Nro.1, Primavera de 1995
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